LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 20, 20- 28
En aquel tiempo se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos
con sus hijos y se postró para hacerle una petición. El le preguntó:
-- ¿Qué deseas?
Ella contestó:
-- Ordena que estos dos hijos míos se siente en tu reino,
uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Pero Jesús replicó:
-- No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz
que
yo he de beber?
Contestaron:
-- Lo somos.
El les dijo:
-- Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda
no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi
Padre.
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los
dos hermanos. Pero Jesús reuniéndolos les dijo:
-- Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que
los grandes los oprimen. No será así entre vosotros; el que quiera ser grande
entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre
vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido
para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.
HOMILIA
Tomás, de ochenta años, estaba cavando en el jardín trasero
de su casa. Un vecino que le vio cavar, lleno de curiosidad, le preguntó:
-“¿Qué estás haciendo, Tomás?”
- “Voy a plantar cocoteros”, contestó el octogenario.
- “¿Esperas llegar a comer los cocos que den estos
árboles?”, dijo con sorna su vecino.
- “Probablemente no, pero toda mi vida he comido cocos de
árboles que no había plantado. Y esto hubiera sido imposible si otras personas
no hubieran hecho antes lo que yo estoy haciendo ahora. Sólo estoy pagando la
deuda que tengo contraída con ellos.”
Dice un refrán español: “es de bien nacidos el ser
agradecidos”. Y precisamente creo que esa tiene que ser la intención en esta
festividad del apóstol Santiago. Me explico.
Recordamos hoy a Santiago, que según la tradición llegó
hasta España a evangelizar, a transmitir el mensaje de Jesucristo, y a partir
de su predicación nació la Iglesia que hoy conocemos en nuestro país. Santiago
fue el que sembró, pero está claro que otros muchos, durante estos últimos 2000
años, fueron los que cuidaron esa semilla y fueron los que le dieron vida a
esta Iglesia que nació del apóstol Santiago.
Seguramente recordareis a muchas personas, gracias a las
cuales hoy nosotros nos llamamos cristianos. Gracias a ellas y a su ejemplo, y
a su predicación, no solo de palabra, sino enseñándonos con su forma de vivir
que se puede ser cristiano en medio de nuestro mundo, hoy nosotros podemos
disfrutar de nuestra fe y vivirla con alegría.
Por eso hoy es día de dar las gracias. Gracias a Santiago
que inició la aventura de la Iglesia en España. Gracias a todas las personas
que no conocemos pero que a lo largo de la historia de nuestro país han
transmitido su fe a las generaciones posteriores, y gracias sobre todo a las
personas cercanas a nosotros y que nos han enseñado que merece la pena ser
cristiano y sobre todo vivirlo.
Pero además de dar las gracias hoy también debemos hacerle
una petición al Señor, ya que depende de nosotros que las generaciones que vienen
detrás nuestra puedan seguir disfrutando de esta fe que nosotros gozamos. Así
pues debemos ser nosotros los nuevos apóstoles que a través de nuestras
palabras y nuestras obras abramos los ojos de la fe a los que vienen detrás
nuestra. Que nunca nos cansemos de
anunciar el Evangelio, ya que depende de nosotros que otras personas puedan
sentirse tan felices y tan dichosas como nosotros por ser cristianos.
FELIZ DÍA DE SANTIAGO. QUE DIOS OS BENDIGA.
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