LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña,
se sentó y se acercaron los discípulos; y él se puso a hablar, enseñándolos:
-- Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos. Dichosos lo que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos
los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre
y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia. Dichosos los limpios
de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa
de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros
cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
HOMILÍA
Un día un joven se situó en el centro de un poblado y
proclamo que el poseía el corazón mas hermoso y perfecto de todo el
lugar.
Una gran multitud sé junto a su alrededor y todos confirmaron y admiraron que
su corazón era perfecto, porque no se observaban en el ni marcas ni rasguños,
todos menos un anciano que se acerco y dijo:
“Tu corazón no es ni siquiera aproximadamente tan hermoso y perfecto como el
mío”.
Sorprendidos miraron el corazón del viejo y vieron que si latía vigorosamente,
estaba cubierto de cicatrices, hasta le faltaban trozos, y estos habían sido reemplazados
por otros que no encajaban perfectamente en el lugar, pues sé veían bordes y
aristas irregulares alrededor. Es mas, había lugares con huecos, donde faltaban
trozos profundos.
La gente se sorprendió, ¿cómo puede decir que su corazón es más hermoso?. El
joven miro el corazón del anciano y sé hecho a reír, “debes estar
bromeando”
–dijo -“compara el mío con el tuyo... El mío es perfecto, en cambio el tuyo es
un conjunto de cicatrices y dolor”.
“Es cierto, tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría
contigo...
Mira, cada cicatriz representa una persona a la que le entregué todo mi
amor.
Arranque trozos de mi corazón para entregarlos a cada una de ellas, a las
cuales he amado, muchos a su vez me han regalado un trozo del suyo, que he colocado
en el lugar que quedo abierto, como las piezas no eran iguales quedaron bordes
irregulares, de los que me alegro, porque me recuerdan el amor que he
compartido. Hubo oportunidades en las que entregue un trozo de mi corazón a
alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio y ahí
quedaron huecos.
Todos estaban muy conmovidos.
El anciano siguió hablando: “Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que
esas heridas me producen por haber quedado abiertas, me recuerdan que sigo
amando a esas personas y me dan esperanza de que algún día, regresen y llenen
el vació que han dejado en mi corazón. ¿Comprendes ahora lo que es un corazón
verdaderamente hermoso?”.
El joven se acerco al anciano y arranco un trozo de su corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo coloco en su corazón, luego arranco un trozo del
suyo y con el tapo la herida abierta del joven. La pieza se amoldo pero no a la
perfección y se notaban bordes irregulares.
El joven miro su corazón, ya no era perfecto, pero le hacía sentir mejor que
antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.
Hoy recordamos a todas aquellas personas que han entregado
su corazón a Dios y a los demás. Quizá no eran perfectos, pero sí que dedicaron
su vida a intentar amar a aquellos que les rodeaban, por eso hoy son un ejemplo
para todos nosotros.
Hoy, festividad de todos los Santos, nos recuerda la
Iglesia, que al igual que ellos consiguieron alcanzar la meta de la vida
eterna, nosotros, con nuestros corazones imperfectos, también la conseguiremos,
siempre y cuando seamos capaces de compartir el amor que Dios nos ha dado con
aquellos que nos rodean.
FELIZ DÍA DE TODOS LOS SANTOS Y QUE DIOS OS BENDIGA.
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