LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 7-11
En aquel tiempo proclamaba Juan:
"Detrás de mí viene el que
puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias. Yo
os he bautizado con agua, pero el os bautiza con Espíritu Santo".
Por entonces llegó Jesús desde
Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua,
vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una
voz del cielo:
--Tú eres mi hijo amado, mi
predilecto.
HOMILÍA
Un discípulo llegó a lomos de su caballo ante la casa de su
maestr. Desmontó, entró en la tienda, hizo una profunda reverencia y dijo:
- “Tengo tanta confianza en Dios, que he dejado suelto a mi caballo ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que le aman”.
- “¡Pues sal fuera y ata tu caballo estúpido!”, le dijo el maestro. “Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo.”
- “Tengo tanta confianza en Dios, que he dejado suelto a mi caballo ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que le aman”.
- “¡Pues sal fuera y ata tu caballo estúpido!”, le dijo el maestro. “Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo.”
Celebramos hoy el bautismo del Señor. Después de los días
intensos de la Navidad, de vivir el nacimiento de Jesús, y ver como Dios se
hace hombre por nosotros, por amor a cada hombre y mujer, para salvarnos, vemos
como Jesús comienza su vida de predicación, porque nuestra fe no es para
quedarse quietos esperando a que Dios hecho hombre nos lo haga todo.
Esta fiesta del bautismo, nos recuerda que también nosotros
fuimos bautizados, pero no para vivir de una manera pasiva, sino para que todo
aquello que nosotros podamos hacer lo hagamos.
La salvación que Jesús vino a traernos necesita de nuestra
ayuda. Dios ha puesto este mundo en nuestras manos, no para que dejemos que él
haga las cosas, sino para hacerlas nosotros. Para que seamos nosotros los que
transformemos esta sociedad nuestra. En eso consiste nuestro bautizo, en eso
consiste ser cristiano.
Que nunca nos falten las ganas de trabajar en este mundo
para poner en funcionamiento los dones que el Señor nos dio cuando después de
bautizarnos el nos dijo: “Tu eres mi hijo amado, mi predilecto”.
FELIZ DOMINGO Y QUE DIOS OS BENDIGA.
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