LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 1, 18- 24
El nacimiento de
Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre,
estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba
un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que
era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas
había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que
le dijo:
-- José, hijo de
David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que
hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por
nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
Todo esto sucedió
para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la
Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, (que
significa "Dios-con-nosotros").» Cuando José se despertó, hizo lo que
le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
HOMILÍA
Érase una vez en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles juntos y
pensando sobre lo que querían llegar a ser cuando fueran grandes.
El primer arbolito miro hacia las estrellas y dijo: "Yo quiero guardar
tesoros, quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas. Yo
seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo".
El segundo arbolito miró un pequeño arroyo realizando su camino hacia el océano
y dijo: "Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar poderosos
reyes sobre mí. Yo seré el barco más imponente del mundo".
El tercer arbolito miro hacia el valle que estaba bajo la montaña y vio hombres
y mujeres trabajando en un pueblo trabajador, y dijo: "Yo no quiero irme
de la cima de la montaña nunca. Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente
del pueblo se pare a mirarme, ellos levantaran su mirada al cielo y pensaran en
Dios. Yo seré el árbol más alto del mundo."
Los años pasaron. . Llovió, brilló el sol, y los pequeños árboles crecieron
alto.
Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña.
El primer leñador miró el primer árbol y dijo: "¡Qué árbol tan hermoso es
este!", y con la arremetida de su hacha brillante, el primer árbol cayó.
"Ahora me van a convertir en un baúl hermoso, contendré tesoros
maravillosos" dijo el primer árbol.
El segundo leñador miró al segundo árbol y dijo: "¡Este árbol es muy
fuerte, es perfecto para mí!" y con la arremetida de su hacha brillante el
segundo árbol cayó.
"Ahora deberé navegar por aguas temibles, deberé ser un barco imponente
para reyes temidos y poderosos", pensó el segundo árbol.
El tercer árbol sintió su corazón sufrir cuando el último leñador lo miro. El
árbol se paro derecho y alto y apuntando ferozmente al cielo.
Pero el leñador siquiera miro hacia arriba y dijo: "¡Cualquier árbol es
bueno para mí!" y con la arremetida de su hacha brillante, el tercer árbol
cayó.
El primer árbol se emociono cuando el leñador lo llevó a una carpintería. Pero
el carpintero lo convirtió en una caja de alimentos para animales de granja.
Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni llenado de tesoros, sino que
fue cubierto con polvo de la cortadora y llenado con alimento para animales de
granja.
El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero,
pero ningún barco imponente fue construido ese día. En lugar de eso,
aquel árbol fue cortado y convertido en un simple bote de pesca, era demasiado
chico y débil para navegar en océano, ni siquiera un río, y fue llevado a un
pequeño lago.
El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo corto para hacer tablas
fuertes y lo abandono en un almacén de madera. "¿Que estará
pasando?", fue lo que se preguntó el árbol, "Yo todo lo que quería
era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios".
Muchísimos días y noches pasaron. A los tres árboles ya casi se les habían
olvidado sus sueños. Pero una noche, una luz de estrella dorada alumbró el
primer árbol cuando una joven mujer puso a su hijo recién nacido en la caja de
alimento. "Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebe" Dijo su
esposo a la mujer, la madre le apretó la mano a su esposo y sonrió mientras la
luz de la estrella dorada alumbraba la madera suave y fuerte de la cuna. Y la
mujer dijo: "Este pesebre es hermoso". Y de repente el
primer árbol supo que contenía el tesoro más grande el mundo.
Una tarde, un viajero cansado y sus amigos se subieron al viejo bote de pesca.
El viajero se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente
hacia adentro del lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta
llegó al lago, el pequeño árbol se llenó de temor, él sabía que no tenía la
fuerza de llevar a todos esos pasajeros a la orilla a salvo con ese viento y
lluvia. El hombre cansado se levanto y alzando su mano dijo: "Calma",
la tormenta cesó tan rápido como comenzó.
Y de repente el segundo árbol supo que el llevaba navegando al Rey del Cielo y
de la Tierra.
Un viernes en la mañana, el tercer árbol se extrañó cuando sus tablas fueron
tomadas de aquel almacén de madera olvidado. Se asusto al ser llevado a
través de una impresionante multitud de personas enojadas. Se lleno de temor
cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió
feo, áspero y cruel. Pero un domingo en la mañana, cuando el sol brilló y la
tierra tembló con júbilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que "EL
AMOR DE DIOS HABIA CAMBIADO TODO".
Esto hizo que el árbol se sintiera fuerte, y cada vez que la gente pensara en
el tercer árbol, ellos pensarían en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol más
alto del mundo.
Seguro que muchas veces no estamos contentos con lo que pasa en nuestra
vida, o con las circunstancias que nos rodean. Seguramente, San José, no
entendería en un primer momento todo lo que estaba sucediendo, y sin embargo,
fiándose de Dios se convirtió en la persona a la que Dios le pidió cuidar a las
dos personas más importantes para él, a su Hijo y a María.
Ya está cerca la Navidad, hagamos que ese niño que nace nos muestre el
camino y nos ayude a descubrir la maravillosa obra a la que Dios nos ha
llamado.
FELIZ DOMINGO Y QUE DIOS OS BENDIGA.
Que Dios te bendiga, tus homilías las sigo todos los domingos y me gustan. Mucho son muy verdaderas, Muy distintas a la vida que nos quieren hacer vivir hoy. Pero tenemos que seguir luchando por lo nuestro y ganaremos. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarFeliz Navidad!!
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