LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 20, 19-23
Al anochecer de
aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con
las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en
medio y les dijo:
--Paz a vosotros
Y, diciendo esto,
les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al
ver al Señor. Jesús repitió:
-- Paz a vosotros.
Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto,
exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
-- Recibid el
Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
HOMILÍA
Celebramos la fiesta de Pentecostés. Hoy hace cincuenta día
que estábamos celebrando la Resurrección del Señor. Hoy recordamos cómo Dios
envió su Espíritu sobre los apóstoles, y como lo sigue enviando sobre todos
nosotros. Pero ¿cuál es la labor del Espíritu Santo?. ¿Cómo actúa?.
Hace ya algún tiempo un hombre castigó a su pequeña hija de
tres años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver. El dinero le
era escaso en esos días, por lo que explotó en furia cuando vio a la niña
tratando de envolver una caja.
A la mañana siguiente, la niña regaló a su padre la caja
envuelta y le dijo: “Esto es para ti, papá”. Él se sintió avergonzado, pero
cuando abrió la caja y la encontró vacía, otra vez gritó con ira: “¿acaso no
sabes que cuando se le da un regalo a alguien se supone que tiene que haber
algo dentro?”
La pequeña miró a su padre y con lágrimas en los ojos dijo:
“¡Oh, papá, no está vacía! Yo soplé un montón de besos dentro de esa caja y
todos son para ti”.
El padre se sintió morir, rodeó con sus brazos el pequeño
cuerpo de su hija y le suplicó que lo perdonara.
Dicen que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama
por años y que siempre que se sentía derrumbado, tomaba de ella un beso y
recordaba el amor que su hija había depositó ahí.
Hay cosas en la vida, que no se ven, pero que están ahí y
que nos hacen salir adelante, y alegrarnos en los momentos difíciles. Ese es el
Espíritu Santo. Es esa presencia de Dios que aunque no se ve, se nota, se
siente y hace que vivamos nuestras vidas desde la voluntad de Dios, con la
alegría de saber que siempre estamos acompañados, que siempre tenemos al espíritu
con nosotros.
FELIZ DOMINGO Y FELIZ SEMANA. QUE DIOS OS BENDIGA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario