LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 10, 1-10
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no
entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte,
ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las
ovejas. A este le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va
llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas
las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su
voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la
voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos
no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la
puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y
bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se
salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y
hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».
Una niña en
Africa, le dio a su maestra un regalo de cumpleaños.
Se trataba
de un hermoso caracol.
-
"¿Dónde lo encontraste?", le preguntó la maestra.
La niña le
dijo que esos caracoles se encontraban solamente en cierta playa lejana.
La maestra
se conmovió profundamente porque sabía que la niña había caminado muchos
kilómetros para buscar el caracol.
- "No
debiste haber ido tan lejos sólo para buscarme un regalo"
La sabia
niña sonrió y le contestó:
-
"Maestra, la larga caminata es también parte del regalo"
Hoy el
Señor se nos presenta como el buen Pastor, como la puerta por la que entran las
ovejas, y muchas veces nosotros nos quejamos de que para seguir a ese Pastor,
que para entrar por esa puerta no es fácil, y se deben hacer algunas renuncias.
Lo que
se nos olvida constantemente es que para que Jesús fuera nuestro Pastor, para Él
quedarse como puerta, Él pasó primero por ella. El Buen Pastor da la vida por
sus ovejas, nos enseñó con su ejemplo, y nos pide a nosotros que sigamos su
ejemplo, no por obligación, sino porque para poder amarlo, para poder regalarle
nuestra vida, el esfuerzo, la renuncia forma parte de ese seguimiento.
La
alegría de darse por amor, la alegría de realizar una gran caminata sólo para
poder expresar nuestra gratitud es lo que nos debe hacer asumir los compromisos
cristianos no como una obligación, sino como una forma de expresar nuestro amor
por Dios, por ese Buen Pastor que dio su vida por ti y por mí.
Que
nunca nos cansemos de entrar por la puerta, que es Cristo, por que eso forma
parte del regalo que debemos cada día hacerle a nuestro Buen Pastor.
FELIZ DOMINGO Y FELIZ SEMANA. QUE DIOS OS BENDIGA.
Buena homilía padre como siempre. Un saludo Ana
ResponderEliminarHermoso lo que dice. Gracias me ayuda
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