LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 3, 13-17
En aquel tiempo,
dijo Jesús a Nicodemo:
--Nadie ha subido al
cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés
elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del
hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al
mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen
el él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
HOMILÍA
Una niña en África, le dio a su maestra un regalo de
cumpleaños.
Se trataba de un hermoso caracol.
- "¿Dónde lo encontraste?", le preguntó la maestra.
La niña le dijo que esos caracoles se encontraban solamente en cierta playa lejana.
La maestra se conmovió profundamente porque sabía que la niña había caminado muchos kilómetros para buscar el caracol.
- "No debiste haber ido tan lejos sólo para buscarme un regalo"
La sabia niña sonrió y le contestó:
- "Maestra, la larga caminata es también parte del regalo"
Se trataba de un hermoso caracol.
- "¿Dónde lo encontraste?", le preguntó la maestra.
La niña le dijo que esos caracoles se encontraban solamente en cierta playa lejana.
La maestra se conmovió profundamente porque sabía que la niña había caminado muchos kilómetros para buscar el caracol.
- "No debiste haber ido tan lejos sólo para buscarme un regalo"
La sabia niña sonrió y le contestó:
- "Maestra, la larga caminata es también parte del regalo"
Hoy, 14 de septiembre, celebramos la exaltación de la Santa
Cruz, hoy recordamos como Cristo, a través de la cruz nos dio el mejor regalo
que nadie nos podía dar, la vida eterna, pero yo hoy me pregunto: ¿por qué
sufrir la cruz? ¿no había otra manera, menos cruel, para darnos la vida? Y hoy
Cristo, nos responde lo mismo que la niña a su maestra, la cruz es parte del
regalo.
Nuestra vida está llena de momentos preciosos, pero también
de momentos de cruz, y es en esos momentos, cuando miramos a Cristo
crucificado, cuando vemos que el recorrió ya nuestro camino, pero sobre todo,
que todo lo malo, todas nuestras faltas y sufrimientos, Cristo las clavó en la
cruz para ser él el que las sufrirá, y así poder nosotros sufrir un poquito
menos.
Pero sobre todo, la cruz, está puesta para recordarnos, que
el verdadero regalo es la vida, y que es lo que nosotros debemos trasmitir.
Cada vez que somos cruces para los demás, estamos haciendo todo lo contrario a
lo que hizo Jesús. Nuestra tarea, es regalar vida, porque la cruz nos recuerda
todo lo que Dios nos amó, para que nosotros pudiéramos amar a los demás.
FELIZ DOMINGO Y QUE DIOS OS BENDIGA.
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