viernes, 25 de diciembre de 2015

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 1, 1-18
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
-- Este es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

HOMILÍA
Feliz Navidad a todos. Día grande donde los haya este que estamos viviendo. Hoy nos ha nacido Cristo, nuestro Señor, nuestro Salvador. Hoy es uno de esos días para vivirlos con los cinco sentidos: entra por la vista: luces, adornos, belenes, tele. El sentido del oído: villancicos, canciones, bellos mensajes de felicitación. El olfato: son días que huelen a fiesta, y a fiesta especial. (Cómo no!, el sentido del gusto: comer, beber, saborear.   Y el sentido del tacto: besar, saludar, expresiones de cariño.
Pero no podemos olvidar otros dos:  el sentido común, para pensar: )Se justifica tanto gasto, tanto comer y beber,  tanto regalo, tantas horas de tele? Y, sobre todo,  el sentido religioso. Celebrar estas fiestas de Navidad, sin acercarnos a Cristo es como un traje  colgado de una percha, que le falta el cuerpo.
Cierto día un anciano llamado Juan, un día de Navidad anduvo de casa en casa pidiendo posada porque tenía hambre y no tenía familia, tocó en muchas puertas, sin que en ninguna lo invitaran a la mesa, se dio por vencido al ver que ni siquiera esa noche iba a sentir el calor de un hogar. Se sentó en un banco y se puso a llorar como un niño, en aquel momento Jesús pasó junto a él y le preguntó: ¿Qué tienes Juan?. Es que nadie me invitó a pasar, le respondió, entonces Jesús se sentó a un lado de él y le dijo, no te apures que a mí tampoco me han dejado entrar. Y los dos lloraron juntos.
Navidad significa nacimiento. Es  Dios que se hace hombre para que nosotros nos hagamos hijos suyos. Que nos salva para que ayudemos a salvar. Navidad significa hacerle sitio al amor de Dios manifestado en su Hijo Jesucristo.  Sería una pena  que  nuestras casas las llenemos estos días de tantas de cosas y  no le quedara sitio para el Señor.  Aunque Cristo hubiera nacido mil veces, si no mueve nuestro corazón, estaremos de fiesta, pero no la de Navidad. Hagámosle sitio a ese amor de Dios, para que no le pase con nosotros,  lo que en Belén, que tuvo que nacer fuera y en descampado.
El sol sale todos los días, pero para que alumbre y caliente los hogares, hay que abrir las ventanas.  Abramos las puertas y ventanas de nuestro corazón para que estos días nos ilumine y nos caliente ese  gran Sol, que es: Jesús, nuestro Salvador, el fruto bendito de la Virgen María. Y entonces viviremos de verdad la Navidad con los cinco sentidos, con sentido común  y con su sentido religioso.

FELIZ NAVIDAD. QUE DIOS OS BENDIGA.

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